Voy a hacer unas entradas con fotos de la XX Regata Internacional de Piragüismo/Canoagem Río Guadiana que tiene la salida entre la localidad portuguesa de Vila Real de Santo Antonio y la española de Ayamonte y la meta entre la portuguesa de Alcoutim y la española de Sanlúcar de Guadiana, 35 Km. río Guadiana arriba.
A lo largo de este año algunos piragüistas del Norte me han preguntado por esta regata y, para situarnos, voy a hacer esta entrada dedicada exclusivamente al río y su entorno.
Empezaré por Ayamonte que, como sabemos los que de niños estudiamos geografía -que éramos todos en mi época- es la desembocadura del Guadiana, así como La Guardia, Sanlúcar de Barrameda, Guardamar, Cullera y Tortosa eran los lugares por los que desembocaban en el mar los otros ríos principales españoles: Miño, Guadalquivir, Segura, Júcar y Ebro. Estas cosas, que se aprendían antes de los nueve años, no estoy seguro de que fuesen de mucha utilidad, además de que no eran rigurosamente ciertas, ya que, por ejemplo, más cerca de la desembocadura del Guadiana que Ayamonte está la villa portuguesa de Vila Real y más cerca de la desembocadura del Ebro que Tortosa está Amposta y, si me apuras, Deltebre, como descubrí hace cinco años bajando en bici el Ebro desde su nacimiento en Fontibre ("cerca de Reinosa, provincia de Santander") hasta el Mediterráneo.
De Ayamonte no puedo hablar con imparcialidad porque tengo relaciones entrañables con esta villa, y con bastantes de sus vecinos, desde hace casi 40 años.
Ayamonte está presente en la historia desde tiempos de los Tartessos. De la época romana quedan bastantes vestigios. En las redes de los pescadores siguen saliendo a la superficie ánforas en las que se transportaba, entre otras cosas, el garum, salsa hecha con las vísceras de los atunes en salmuera, que se usaba para condimentar la comida en todo el Imperio Romano. (Casualmente viene hoy en el periódico que se va a investigar y a recuperar la fabricación de esta salsa de 2000 años de antigüedad para comercializarla).
Ayamonte, en época reciente, fue una villa próspera con una importante actividad pesquera y la correspondiente industria conservera que generó una burguesía que favoreció el desarrollo de las artes, como la música y la pintura. (Es notable la cantidad y la calidad de los pintores ayamontinos.)
Hasta hace pocos años otra actividad importante era el comercio (contrabando bastante tolerado) con la vecina Portugal a través del Guadiana, en los tres transbordadores que, cada pocos minutos, unían Ayamonte con Vila Real.
Este negocio terminó con la construcción del puente atirantado en 1991.
Hoy el turismo está desarrollado gracias a la magnífica y enorme playa de Isla Canela cuyas arenas son mantenidas limpias y cambiantes por las amplias mareas del Atlántico. El agua está a 29ºC en septiembre. (Los portugueses dicen, con razón, que en septiembre están as águas cozidas.)
De aquí sacan diariamente los coquineros grandes cantidades de coquinas, finísimo bivalvo cuyas existencias parecen inagotables.
También se basa el turismo en la gastronomía. El buen clima no invita a comidas pesadas, y en las terrazas lo que se consume son tapas de abundante y exquisito contenido: mariscos, pescados y productos de cerdo ibérico de bellota de Jabugo, Cortegana, Cumbres Mayores, Cumbres de Enmedio, Cumbres de San Bartolomé, Fuenteheridos, Almonaster la Real, Aracena, etc.
Una actividad creciente es la observación y el estudio de las aves, muy abundantes sobre todo en su paso migratorio por las marismas.
Las aves de esta foto también son objeto de "estudio"... por los cazadores. Por cierto, la cantidad de perdices que hay por estas marismas y encinares es increíble.
A continuación van 3 fotos de Ayamonte visto desde Vila Real, al otro lado del Guadiana.
Como se puede apreciar Ayamonte está pegado a las marismas de la desembocadura del Guadiana, pero en lo alto de una pequeña colina. Esto lo salvó del tsunami que siguió al tristemente famoso Terremoto de Lisboa de 1755 en el que murieron todas las personas que habitaban las tierras costeras del campo de Canela y Punta del Moral.
Las 5 fotos siguientes son de Vila Real de Sto. Antonio que fue completamente destruida por el referido terremoto y asolada por el consiguiente tsunami, para ser reconstruida por el Marqués de Pombal que, partiendo desde cero, hizo un pueblo de urbanismo perfectamente planificado.
Las calles y aceras, como en todo Portugal y en muchas naciones de habla portuguesa, están pavimentadas con la típica calçada portuguesa
Pero a los piragüistas les interesa saber como es el río.
El río es una enorme ría -la marea sube hasta Mértola a 72 Km. de la desembocadura- y tiene una anchura de 700 m. en Vila Real/Ayamonte, unos 300 a lo largo del recorrido y unos 200 en Alcoutim/Sanlúcar. Las márgenes son escarpadas, siendo muy escasas las tierras aptas para cultivar.
En esta foto se ve a la izquierda a Alcoutim y a la derecha (orilla izquierda del río) a Sanlúcar de Guadiana con su castillo, recientemente restaurado, en lo alto.
Aquí está la meta de la regata. Hasta aquí, por la orilla española, no hay pueblos ni carreteras que sigan el cauce del río. Por la parte portuguesa, para seguir la regata, se sale de Vila Real dirección Beja. Al llegar a Castro Marím se puede entrar, por la reserva natural, hasta la base del Puente Internacional a unos 4,6 Km. de la salida. Se vuelve por la pista para coger nuevamente la carretera a Beja, que transcurre alejada del río, y al cabo de unos 15 Km. nos desviamos hacia Foz de Odeleite que es donde cogemos ya la orilla del río y es donde tienen la meta los cadetes.
Desde Foz de Odeleite ya seguimos por la orilla del río y pasamos por Guerreiros do Guadiana y Laranjeiras para llegar a Alcoutim donde, por un euro, pasamos en un barco consistente en una plataforma con unos sofás sobre unos tubos aplastados por delante a manera de proa.
El río sigue siendo navegable hacia arriba y a unos 7,5 Km de Sanlúcar nos encontramos las ruínas del puerto de La Laja donde se cargaban los barcos con el mineral de las minas de esta rica zona minera explotada desde el IV milenio a.C.
Seguimos Guadiana arriba y llegamos a Pomarâo donde nos encontramos con la desembocadura del Chanza que es el afluente por el que sigue la frontera ya que el Guadiana, a partir de aquí y hasta unos 80 Km. antes de Badajoz, deja de ser frontera para transcurrir por territorio portugués.
Desde Pumarâo ya en territorio portugués, seguimos por la orilla izquierda del Guadiana y por fin, a 72 Km de la desembocadura, encontramos el segundo puente, después del Internacional de Ayamonte, por el que podemos cruzar a la orilla derecha del río. Estamos en Mértola. Hasta aquí llegan las mareas y hasta aquí, dependiendo de ellas, se puede navegar desde la desembocadura.
Esta aceña de Mértola es el punto final de la subida de la marea. Es una pequeña presa con unas fuertes construcciones capaces resistir el embate de las crecidas, dentro de cada una de las cuales había un molino. Estos molinos, de los que ya faltan dos o tres, están actualmente en desuso y provienen del tiempo de los árabes.
En esta preciosa villa hay un castillo en restauración, ruinas romanas, una mezquita de planta cuadrada convertida en iglesia, varios museos (uno de telares en funcionamiento digno de visitar), etc. etc...
...y ¡como no! un club de canoagem
Esta placa estaba colocada en la fachada del ayuntamiento, que es la casa grande que se ve en la foto siguiente. Recuerda una tragedia en la que hubo muchos muertos y pueblos enteros, como Pomarâo, destruidos.
Hasta aquí las fotos que intentan describir el entorno de la Regata Internacional de Piragüismo/Canoagem Río Guadiana . Las próximas entradas irán dedicadas a ella.
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